Somos una pareja, Rosa y Thomas, una palentina y un alemán. Nos gusta -entre otras cosas- la tranquilidad, los animales, la naturaleza, la arquitectura gallega tradicional, el sentido común y las cosas bien hechas.
La mayor parte del Pazo hemos sacado adelante con nuestras propias manos, con la idea de que este lugar les guste a nuestros huéspedes tanto como a nosotros.